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¿Alguien recuerda un viejo juego para PC de la década de los noventa llamado Mr. Mix? Era principalmente un juego de mecanografía, en donde tenías que escribir unas palabras determinadas para hacer que un chef (Mr. Mix) pusiera los ingredientes correspondientes en un bol. El problema es que Mr. Mix era famoso por ser terriblemente difícil. Por lo visto, los programadores de aquella época no se medían a la hora de realizar un videojuego; el concepto de jugabilidad era algo que se ignoraba, a comienzos de los años 90. Cada nivel tenía un requisito de “palabras por minuto”. Empezaba por algo tan simple como teclear 10 palabras por minuto en el nivel 1, hasta requerir 85 palabras por minuto en el nivel 3. Para el nivel 5, el requisito llegaba a más de 500 palabras, por lo que era simplemente imposible llegar hasta el nivel 6, que supuestamente era el último. 

Una de los principales aspectos que la gente recuerda sobre este juego es la música de fondo. El nivel 1 empezaba con una serie inquietante de gruñidos que iban haciéndose cada vez más fuertes conforme se avanzaba. Algo que, para algunas personas, pretendía simular el gorgoteo que hace el estómago cuando tenemos hambre; o tal vez una especie de monstruosos eructos. En verdad eran ruidos muy desagradables, que a menudo dañaban los altavoces del ordenador, ya que estos no estaban diseñados para aguantar tan altos volúmenes de sonido. El nivel 2 no tenía ningún sonido de fondo, y en el nivel 3 se escuchaba una grabación de mala calidad, que recordaba el sonido de un secador. Los siguientes dos niveles tenían un zumbido muy fuerte y agudo, lo que obligaba a bajar rápidamente el volumen, si uno no quería terminar con los tímpanos dañados. Sin embargo, es aquí donde empieza lo realmente inquietante. Y es que algunas personas que se tomaron el tiempo de escuchar con atención (y controlando el volumen) los sonidos de fondo del juego, afirmaron que ese conjunto de ruidos tan molestos tenía un matiz perturbador. Algunos oídos especialmente finos identificaron gritos y lamentos, detrás de aquel batiburrillo electrónico. 

En cuanto al aspecto gráfico, Mr. Mix era un cocinero de complexión grande. Un hombre gordo, de cara redonda y piel de tonalidad amarillenta. Obviamente los gráficos de aquella época dejaban mucho que desear en materia de detalles, pero la apariencia del personaje no daba ningún buen rollo. Más bien todo lo contrario: aun con su falta de detalle, esos ojos redondos y brillantes, las mejillas teñidas de rojo, destilaban perversión. No ha de sorprender que muchos de los niños que jugaron el juego informaron haber sufrido pesadillas con Mr. Mix. El cocinero les hablaba en voz baja, ronca, amenazándoles con que les iba a despedazar para comérselos.

Por razones obvias, Mr. Mix no se vendió muy bien: cayó bastante pronto en el olvido general. Hasta hace algunos años, cuando un grupo de informáticos se hizo con una copia en CD del juego. De alguna forma lograron hackear su código, para ver que se ocultaba ahí, tras superar el imposible nivel 5. Pero tan pronto como pasaron ese punto, los técnicos maldijeron su curiosidad. En primer lugar, vieron que nada más superar el quinto nivel el juego se bloqueaba. A continuación creaba una gran cantidad de archivos en el directorio System32 del ordenador. Eran de esos archivos inútiles que se acumulan en el sistema operativo, y que al final acaban entorpeciendo el equipo. De alguna manera, el juego tenía un sistema de protección para evitar que los usuarios pudieran acceder a una parte secreta del mismo. 




En todo caso los ordenadores de concepción reciente son lo bastante poderosos como para no dejarse atascar por un videojuego de hace más de veinte años que genera archivos basura. Pero ¡ay! cuando los hackers lograron ver lo que había más allá del nivel 5, su vida cambió para siempre. Muchos de ellos tuvieron que recurrir a ayuda psicoterapéutica, y a dos se les diagnosticó un fuerte estrés postraumático. Se volvieron extremadamente paranóicos y se negaron rotundamente a hacer público el contenido oculto del videojuego. Algunos rumores afirman que lo que contenían esos ficheros basura eran efectivamente gritos desgarradores, junto a fotos de rostros horriblemente deformados. Imágenes de personas torturadas, que sangraban por los ojos y con la piel desprendida de la cara. Pero estos no son más que rumores. Hasta hoy no se sabe a ciencia cierta qué contiene ese juego tan nefasto, y tal vez sea mejor así. 

La última noticia relacionada con el juego de Mr. Mix se dio dos años después de este incidente. Un hombre fue detenido por intentar secuestrar a una niña de ocho años. A través del análisis del ADN el individuo fue identificado como uno de aquellos informáticos que lograron hackear el juego. Cuando la policía le detuvo en su casa, el hombre llevaba un gorro de chef, y ostentaba una expresión de maldad pura. Al ser interrogado, no supo decir más que una frase: «Yo soy Mr. Mix. ¡Shhh!».

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