Hace diez años ya de lo sucedido,
y la verdad es que está en mi memoria como si hubiera sido ayer, y no creo que
jamás lo olvide. Soy de Monterrey (México), y en esos tiempos fue muy famoso un
antro en el llamado "barrio antiguo", fue ahí donde lo conocí.
Un sábado de Febrero hacíamos una
fila que se nos hacía interminable, platicando, riendo y fumando un cigarro
entre una plática y otra, él estaba unos metros detrás de mí y podía sentir su
mirada que me hacía voltear, un chico bien parecido, de unos veinte años ojos
pequeños con una tristeza muy notoria. Me llamó de inmediato la atención su
soledad, era extraño, todos los ahí presentes íbamos por lo menos con dos o
tres amigos, él estaba solo y nadie le sacaba plática, era algo así como
invisible. -"pobre tipo"- pensé
Se acercó a platicar conmigo,
inmediatamente hicimos "click", era guapo, agradable, simpático además
tenía una plática extraña que lo hacía más interesante aún, en ese momento....
Me hablaba de demonios, sombras, magia negra y cosas así que me parecían
divertidas y un tanto bobas, hoy no pienso igual, la plática no tenía fin entre
risas, alcohol y unos cuantos besos..... Seguía pensando cómo alguien tan
interesante podía estar solo, pero bueno estaba conmigo. Olvidé por completo a
mis amigos en ese momento y salí del antro de tomada de su mano, pensando mil
veces que lo que estaba haciendo estaba mal, que era un completo extraño, algo
dentro de mi sabía que tenía que salir corriendo, pero tenía algo que me atraía
y me quedé con él, pasamos el resto de la madrugada en la explanada de un
museo.
Me preguntó que si creía en el
amor a primera vista, yo le contesté con una negativa, y se agachó
contestándome que el sí, porque le había pasado esa noche, yo reí por dentro
pensando -"lo que se les ocurre a los hombres con tal de llevarnos a la
cama"- Tonterías. No dejaba de darme un poco de miedo su mirada y la
manera que dibujaba estrellas imaginarias en mi frente con su dedo.
Recuerdo muy bien que estaba
heladísimo, como si estuviéramos a varios grados bajo cero, le pregunté por qué,
(si hacia frio pero no a tal extremo), y me dijo que solo era muy friolento. Me
pareció tan extraño.
Llegó la mañana y me tuve que
regresar a mi casa, le dije que fuéramos por mi choche (una vieja cafetera pero
me transportaba) que le daba un "raid" al fin que, para mi suerte,
vivía cerca de mi casa. "Creo que me veo como niño"-pensé- pero no me
importó me gustaba mucho y por lo que veía yo a él. Fue una magnifica noche, a
pesar de sus pláticas raras y de las peticiones de hacer rituales y jugar a la
ouija, creí en ese momento que era parte del alcohol, de la noche que se
prestaba para hablar del tema. Cuando llegamos a su casa me besó, como no lo
había hecho en toda la noche, como jamás me había besado nadie. Me dijo que no
quería dejar de verme, que le gustaría que fuéramos algo más, pero que era muy
tarde. En ese momento no entendí. Pensé que hablaba de la hora o siendo
negativa, que tenía novia.
Me pidió que nos viéramos al día siguiente, en un parque cerca de nuestras casas, puesto que era casi mi vecino, nos quedaba cerca a los dos. ¿Porque nunca lo había visto? ¿Por qué me atrae y me da temor a la vez? Era confuso, pero agradable.
Al día siguiente, mi primer
pensamiento en el día fue el. Me sentía tan estúpida. Llegué a donde nos habíamos
quedado de ver pero jamás apareció, me sentí triste y un tanto enojada, había
confirmado lo de a noche anterior, que tenía novia y solo se burló de mí. Me fui
pero solo pensé en el resto del día. Me molestó tanto el sentirme burlada. Un
día venía de la facultad en compañía de mi mejor amigo, y me dijo (solo por ser
molesto) que pasara por su casa, le dije que no enojada, pero insistió tanto
que lo hice con tal de que se callara, (claro que yo también quería hacerlo
pero me hacía la tonta) eran como las seis de la tarde y vimos a una señora
barriendo afuera de donde era su casa, me dijo mi amigo que tal vez era su mamá
y sin más vergüenza, se bajó del coche a preguntar mientras yo moría de pena.
Le preguntamos si ahí vivía Antonio, pues así dijo que se llamaba, la señora
nos miró con cara de enojo pero sorprendida a la vez preguntando quienes
éramos, le dije que éramos amigos de hacía poco y que habíamos quedado de
vernos pero nunca llegó, le puse de pretexto que me preocupaba no saber de él.
Me preguntó que de donde le conocía, que por que iba a buscarlo y miles de
preguntas que no hace una mamá digamos normal, notó mi cara de asombro y me
calmó un poco, pidiendo disculpas nos invitó a sentarnos en la sala de su casa,
éramos unos completos desconocidos!! ¿Porque nos invitaba a pasar? En realidad
me empezaba a asustar. La sala estaba llena de fotos de él, tomó una de una
repisa y me preguntó si era el, le dije que sí, que era mi amigo Antonio,
incluso le dije que le llamaban el diablo, la señora dijo que odiaba ese
sobrenombre, le dije dónde le conocí y que nos habíamos hecho buenos amigos, me
miraba incrédula y tenía los ojos llorosos. Moría de nervios, me hizo miles de
preguntas más, yo solo le contestaba todo tal cual había sucedido, hasta que ya
no pudo más y se dejó caer en un sillón, se tapó con las manos la cara y no
paraba de llorar , Joaquín (mi amigo) y yo solo nos veíamos sin saber qué
hacer. Se calmó un poco después de un buen rato, y nos dijo que era imposible
que su hijo me hubiera conocido hacía una semana, porque él había muerto un año
atrás, que precisamente murió saliendo del "antrucho ese" como dijo
la señora, fue una muerte horrible, según nos comentó fue asesinado, y cuando
lo encontraron no tenía nada por dentro estaba abierto del estómago y le habían
sacado todo. No lo podíamos creer! me negaba rotundamente a aceptar todo eso,
no tenía nada de lógica!! "No puede ser, incluso lo traje a su casa y nos
besamos, no no no puede ser posible"-grité- estaba un tanto alterada
mientras Joaquín trataba de calmarme. Sentía un frío intenso en la espalda,
tenía miedo, pero quería encontrar una explicación lógica. Nunca la hubo.
¿Cómo puedes sentir físicamente a
alguien que ya no está vivo?
Ya más calmado el ambiente, la
señora nos confió que su hijo tenía muy malas compañías, era muy extraño, ella
tenía la seguridad que estaba involucrado con una secta satánica o algo así,
que estaba segura que ellos lo habían orillado a hacer tales cosas, como
asesinar, robar, etc. ella lo sabía, pero como delatas a tu propio hijo? un
día, según su versión , llegó llorando y pidiendo disculpas a ella, a dios, a
la vida, dijo que quería cambiar que quería una vida normal, una novia, una
carrera, ser feliz. Pobre señora lloraba diciendo que el alma de su hijo andaba
vagando por ahí, sola, sin rumbo, estaba convencida que se había convertido en
demonio o un ente, eso me asustó aún más.
La verdad nunca fui muy crédula
con ese tipo de asuntos, menos en cuanto satanismo y cosas así, pero recordé
todo lo que me dijo y empezaba a tener un poco más de sentido. Jamás volví a
pisar ese antro, moría de miedo de volverlo a ver.
Aún recuerdo su cara, sus ojos,
incluso puedo sentir su boca en la mía, sus manos entre la mías y todas aquellas
"incoherencias" que decía, ya pasó una década desde entonces y aun me
tiemblan las piernas al recordarlo, de vez en cuando visito a su mamá, ya es
una señora entrada en edad y cada vez está más sola, solo le quedan los
recuerdos de su hijo, siempre le alegra mi visita, cuando voy llevo a mi hija
conmigo, (si, fui mamá muy joven, mi hija ya casi tiene once) la quiere mucho,
dice que se parece mucho a él.
Yo creo que solo alucina...
Escrito por Patty García
0 comentarios:
Publicar un comentario